Son varias las razones, porque la serie puede entenderse a varios niveles, empezando por la relación de Ebichu con su dueña, que la tiene literalmente esclavizada y la trata como a una "rata de 1000 yens" (Palabras textuales) y también la relación de dependencia entre la dueña y su novio Kaishounachi (un juego de palabras que significa "el inútil", que es como Ebichu le llama siempre, aun a riesgo de ser vapuleada), un tipo desagradable en todos los sentidos que solo la quiere por el sexo y que constantemente la miente y pone los cuernos, pese a lo cual ella siempre vuelve con él para sufrimiento del hamster; que pese a ser tratada a la patada, siente una lealtad inquebrantable hacia su dueña y trata por cualquier método de hacerla feliz. Como veis sus situaciones son prácticamente parejas y para nada propias de un manga infantil.
Ebichu, aparte de tener un deje especial de terminar todas las frases en "Chu", no tiene el menor asomo de sentido común humano, sino que se rige por una lógica hamsteril en la cual, tal vez debido a la diferencia de tamaño, lo que a nosotros nos parece algo pequeño e irrelevante, para ella se convierte en algo gigantesco y desmesurado; por lo que suele reaccionar exageradamente muy a menudo y haciendo gala de una sinceridad suicida, poniendo frecuentemente en evidencia a su dueña, tras lo cual la paliza subsiguiente está más que garantizada.
Con qué orgullo enseña a las visitas lo limpio que tiene el consolador de su dueña. ¿No es pa matarla?
Además hay algunos episodios en los que interpreta a Ebichuman, un superhéroe sexual que ayuda a la gente con problemas de esa índole y que por la mañana trabaja en todo tipo de sitios, como una pizzería o una lavandería. El problema es que no sabe desconectar su sexto sentido sexual y al hablar con un cliente detecta automáticamente los problemas de esa persona y se los larga sin más, frecuentemente provocando la pérdida del cliente en cuestión.
Esta obra comenzó como una serie de viñetas cómicas en periódicos y revistas, por lo que la calidad de dibujo puede ser inferior a lo que estamos acostumbrados; pero se ha hecho así a posta para conservar un poco el espíritu del original, así como le ocurrió a Shinchan (aunque luego en este la calidad se ha ido mejorando con el paso del tiempo). Los capítulos son de cinco minutos aproximadamente, formados a su vez por pequeños sketchs de corta duración, pero que vienen agrupados de dos en dos.La serie, a pesar del trasfondo adulto que tiene (la crítica a lo complicadas que son las relaciones sentimentales humanas), es muy divertida y está llena de situaciones en las que, a pesar de que Ebichu acabe apalizada sobre un charco de su propia sangre, no podremos sino lamentarnos porque se lo tenía completamente merecido, como los momentos en los que su pasión por su dueña le lleva a presumir a voz en grito y delante de todo el mundo lo guapa que es, lo bien que la trata (aunque es mentira) y lo mucho que utiliza su consolador verde.
Título: Oruchuban Ebichu (Ebichu el ama de casa)
Estudio: Gainax (Por muy increible que parezca)
Año: 1999
Capítulos: 24 (Agrupados de dos en dos, por lo que en realidad son 12)
Subtítulos: EOL Fansub y Tatakae no Fansub
Comments (1)
Ame este anime y quedé con ganas de más. Es de esos animes maravillosos que quieres que nunca acaben!